Hoy les traigo un bizcocho riquísimo, a simple vista el título puede decirnos que no esté bueno pero lo importante es probarlo.
Por eso os reto a que como yo hice seáis valientes y os animéis a prepararlo.
Lo llevé para comerlo de postre con un cafelito el día de Navidad, no quedaron ni las migas.
La idea original la vi en el blog de mi querida amiga Candy, La cocina de Pinky pero luego yo adapté los ingredientes a los de siempre, el famoso bizcocho 1, 2, 3
Ingredientes:
- 1 yogurt natural azucarado
- 1 medida del yogurt de aceite de girasol
- 2 medidas de azúcar blanca
- 3 medidas de harina normal
- 100 gr de chocolate fondant troceado
- una cucharadita de romero picado
- 3 huevos tamaño L
- 2 cucharadas de azúcar para cubrir
Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es ir encendiendo el horno para que cuando acabemos de preparar los ingredientes ya esté caliente.
Primeramente mezclamos los ingredientes secos: el azúcar, la harina y el romero picado. Luego hacemos lo mismo con los húmedos: los huevos, el yogurt y el aceite.
Ahora juntamos ambas mezclas envolviendolo todo con una espátula. Incorporamos más de la mitad del chocolate, admite más cantidad, pero en casa sólo me quedaba media tableta.
Untamos una bizcochera con mantequilla o aceite y espolvoreamos harina por el contorno para que no se nos pegue al desmoldarlo, retirando el sobrante de harina y ponemos la mezcla en la biscochera.
Espolvoremos por encima con el chocolate que dejamos apartado y las 2 cucharas de azúcar.
Metemos a horno caliente a 200º yo lo tuve unos 35 minutos aproximadamente. Mi horno es de los pequeñitos eléctricos.
Ya sólo nos queda esperar a que se temple un poco para desmoldarlo.